¿Por qué evolucionó el sueño?
—James Ridgeway, por correo electrónico
Christopher French, profesor de psicología en Goldsmiths, Universidad de Londres, responde:
Esta es una pregunta fascinante, y la respuesta honesta es que nadie lo sabe con certeza. A primera vista, el sueño parece ser incompatible con la supervivencia porque impide la alimentación y la procreación y podría exponer al durmiente al ataque de los depredadores. El sueño debe conferir algunos beneficios esenciales para superar estas graves desventajas.
Algunos teóricos han argumentado que el sueño ayuda a forjar nuevas conexiones neuronales y solidificar los recuerdos, mientras que otros han postulado que el sueño permite que el cerebro filtre las conexiones sin importancia. También puede ayudar al cerebro a repararse a sí mismo.
Sin embargo, estas explicaciones no están respaldadas de manera consistente por la evidencia empírica y no explican por qué diferentes animales han evolucionado una amplia gama de ciclos de sueño-vigilia. Algunas de las teorías incluso se contradicen entre sí. Ciertos animales, como los osos negros americanos y los lémures enanos de cola gorda, hibernan durante días o meses, mientras que otros, especialmente las aves y los pequeños mamíferos, exhiben un estado de letargo más leve que puede durar una sola noche o menos. El murciélago marrón grande, por ejemplo, duerme 20 horas al día. En contraste, las orcas y delfines recién nacidos apenas duermen durante semanas si nacen durante una migración; lo mismo ocurre con sus madres.
Una explicación plausible para esta variación en los patrones de sueño es que, desde una perspectiva evolutiva, el sueño y los estados relacionados proporcionan períodos de inactividad adaptativa. Contrariamente a las primeras impresiones, los animales a veces pueden ser menos vulnerables al ataque de los depredadores mientras duermen. Cuando un animal está despierto y maniobrando en su entorno, puede buscar comida, comer y aparearse, pero también gastará energía al participar en tales comportamientos y puede vagar en el camino del daño.
Lo más probable es que el sueño evolucionara para garantizar que las especies no estén activas cuando son más vulnerables a la depredación y cuando su suministro de alimentos es escaso. El murciélago marrón grande no necesita estar despierto más de cuatro horas al día, dado que los insectos de los que se alimenta solo están activos durante unas pocas horas cada noche. Si estuviera volando durante el día, el murciélago atraería más fácilmente la atención de las aves depredadoras. Aunque el sueño parece cumplir muchas funciones, los patrones de sueño entre las especies pueden mejorar la supervivencia al optimizar el tiempo de actividad y la ociosidad, al tiempo que nos permiten mantener los cerebros más ágiles.